miércoles, 11 de mayo de 2016

¿Qué preguntar en una entrevista de trabajo?

Son las 7:00h de la mañana, suena el despertador y Joaquín se levanta pensando en la entrevista que tiene a continuación. Tras sopesar varias opciones, se viste con la indumentaria seleccionada la noche anterior.

Entrevista-trabajo-635-iStock.jpg
Un café y dos tostadas después se dirige hacia la boca del metro. Son las 8:15h y mientras se acerca a su destino, comienza a pensar en todos los escenarios que puede encontrarse durante la tan esperada entrevista: "¿Qué tipo de preguntas me harán?, ¿aporto la experiencia que buscan para el puesto?, ¿qué debo y qué no debo decir?". Mientras reflexiona acerca de las infinitas opciones se da cuenta que todavía no se ha formulado la más importante: "¿Qué me interesa conocer de la empresa?". No tiene ninguna pregunta planteada para formular a las personas que le van a entrevistar en menos de 10 minutos.
La escena anterior nos resulta familiar a muchos de los que hemos tenido que participar en unproceso de selección. Por costumbre, nos centramos en lo que nos preguntarán, lo que debemos contestar, que mostrar etc. Sin embargo, antes de acudir a una entrevista de trabajo, es importante hacer un alto en el camino para reflexionar.
Saber hacerse las preguntas adecuadas a lo largo de una trayectoria profesional es, sin lugar a dudas, uno de los ingredientes claves para el éxito.
Lo primero es valorar si el puesto es realmente de nuestro interés, si encaja con lo que buscamos tanto a nivel profesional como con el estilo de vida que queremos llevar. Una vez superado este primer hito debemos pensar: ¿qué es lo que realmente nos interesa conocer? Cuando ya tengamos estos puntos focalizados centrémonos en contextualizar y aprovechar esta oportunidad para dejarnos conocer un poco más.
Mediante las preguntas que formulamos damos a conocer nuestros valores y prioridades, nuestras preguntas nos definen. Por lo tanto, ¿por qué no aprovechar esa valiosa ocasión? Al plantearlas, estamos estableciendo con el entrevistador un acuerdo mutuo de igual a igual. Es decir, un interés en una relación recíproca a largo plazo en busca de una sinergia.
Si nos enfocamos en las preguntas, hay tres temas centrales: en primer lugar, la empresa y su contexto actual, puesto que más allá de la información a la que hayamos podido acceder, preguntar sobre la dirección y prioridades de desarrollo de las líneas de negocio, evidencia un interés global por la compañía. Por otro lado, el puesto en concreto y todos aquellos detalles relacionados con su metodología y/o responsabilidades directas. Por último, carrera profesional y planes de desarrollo.
En relación a este último punto, preguntas como ¿qué planes de formación tiene la empresa? habla de nosotros y de la propia compañía, reflejan nuestro interés en crecer y mejorar. De la misma manera indica los valores de la empresa y la inversión que realiza en el desarrollo de sus trabajadores.
En definitiva, planteemos clara y abiertamente las dudas que tengamos y busquemos un objetivo común entre la empresa y nosotros mismos. Para ello, s conocer un poco más.
Mediante las preguntas que formulamos damos a conocer nuestros valores y prioridades, nuestras preguntas nos definen. Por lo tanto, ¿por qué no aprovechar esa valiosa ocasión? Al plantearlas, estamos estableciendo con el entrevistador un acuerdo mutuo de igual a igual. Es decir, un interés en una relación recíproca a largo plazo en busca de una sinergia.
Si nos enfocamos en las preguntas, hay tres temas centrales: en primer lugar, la empresa y su contexto actual, puesto que más allá de la información a la que hayamos podido acceder, preguntar sobre la dirección y prioridades de desarrollo de las líneas de negocio, evidencia un interés global por la compañía. Por otro lado, el puesto en concreto y todos aquellos detalles relacionados con su metodología y/o responsabilidades directas. Por último, carrera profesional y planes de desarrollo.
En relación a este último punto, preguntas como ¿qué planes de formación tiene la empresa? habla de nosotros y de la propia compañía, reflejan nuestro interés en crecer y mejorar. De la misma manera indica los valores de la empresa y la inversión que realiza en el desarrollo de sus trabajadores.
En definitiva, planteemos clara y abiertamente las dudas que tengamos y busquemos un objetivo común entre la empresa y nosotros mismos. Para ello, recordemos que debemos de aprender a hacernos las preguntas adecuadas, ya que serán estas las que nos ayuden a tomar las mejores decisiones.
Por: Alba Gómez Castelao, consultora de Recursos Humanos en Deloitte España.
Fuente: Economia Hoy

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