sábado, 9 de julio de 2011

Los intentos por descontaminar a un Santiago que se ahoga

SANTIAGO.- La implementación de un nuevo modelo predictivo para medir los niveles de contaminación en la Región Metropolitana parece ser un paso para aliviar las cosas en un Santiago que se ahoga, y que podría contar con una mejor calidad del aire si se concretan las expectativas de las autoridades.
El episodio que se registró el pasado lunes 4, cuando la Intendencia Metropolitana levantó en la mañana la preemergencia que había instaurado el domingo en la noche, puso una vez más la atención sobre un modelo que suele presentar errores. Aun así, a la fecha se han decretado siete preemergencias, cifra que no se daba desde 2002.


Las cosas podrían mejorar desde enero de 2012 cuando empiece a regir en la RM la norma que medirá el material particulado más fino y que más efectos tiene para la salud, el PM 2,5, y que promete tener más efectos que el actual PM 10 o material particulado grueso.
"Como Gobierno nos hemos impuesto un desafío muy importante en términos de calidad del aire al dictar la norma de 2,5, que es muy exigente. Y a partir del próximo año, las veces que vamos a estar superando la norma van a ser muchas más. Es un nuevo desafío, tenemos que seguir trabajando y todavía nos queda un largo camino por recorrer", explicó a TERRA.cl la ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.

Según las autoridades los episodios de alerta ambiental o preemergencia van a aumentar en cantidad, pero el objetivo es que "sean menos intensos y duren menos".

El nuevo modelo predictivo además incluirá oficialmente los datos de las estaciones de monitoreo de Talagante, Puente Alto y Quilicura (que el viernes en la mañana presentaba los más altos niveles), sumándose a las otras ocho que actualmente miden la calidad del aire.

Pero aunque esto es importante, la ministra recalcó que "centrar todo en un modelo de pronósticos no tiene mucho sentido porque a lo que uno tiene que apuntar es a tratar de disminuir las emisiones, lo que se logra con medidas como traer combustibles más limpios o el tema de la combustión a leña".

NO A LA LEÑA
El frío invernal de Santiago viene siempre acompañado de múltiples intentos por calefaccionar los hogares, y la leña está siempre presente por más que en 1993 se prohibió el uso de las tradicionales chimeneas.

Estudios arrojan que una estufa a leña puede contaminar entre 500 y 3.000 veces más que una a gas (dependiendo de si es seca o húmeda), y al estar encendida durante seis horas sería lo mismo que si un bus del Transantiago recorriera 1.200 kilómetros.

Ante esta realidad en el Gobierno buscarán reducir el uso de la calefacción a leña con una norma que exigirá la emisión de 2,5 gramos hora de material particulado, lo que a juicio de la ministra del Medio Ambiente "es muy exigente".

"No sé si habrá un calefactor en Santiago que actualmente la cumpla, creo que el 90% de los calefactores o más no la cumple", señaló, agregando que "esta ciudad no soporta más emisiones de ese tipo".

Se espera que la norma esté promulgada en 2012 para entrar inmediatamente en vigencia respecto de la venta de estos artefactos, "y un año después se pueden empezar a retirar los calefactores que no la cumplen", explicó Benítez.
Y aun cuando es un avance hay quienes piden medidas más drásticas, como el doctor en Física de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), Patricio Pérez.

"Hay que priorizar los temas y hacer cosas que realmente permitan tener una disminución más significativa de los niveles de contaminación", manifestó a TERRA.cl, para recalcar que el uso de la leña debe erradicarse.

"La leña en Santiago debería prohibirse definitivamente en el período invernal, prohibirse totalmente. Seguramente los fabricantes de estufas a leña van a reclamar que les van a echar a perder su negocio, pero hay que priorizar. Alguien va a tener que ser afectado, y está por un lado la salud de la gente y por otro lado las ganancias de los vendedores de estufas", expresó.

UN AVANCE
Mejoras como trabajar con los pronósticos de Meteorología a la hora de medir la calidad del aire junto con el nuevo modelo de Casmassi que medirá el PM 2,5 son destacadas por el especialista en Salud y Medio Ambiente Andrei Tchernitchin, quien sin embargo esperaría que se adopten iniciativas más significativas.

"Si en este momento la norma son 150 microgramos por metro cúbico, lo que propone la nueva norma es de 50 y por lo tanto estamos bastante mejor, pero la recomendación de la Organización Mundial de la Salud y la norma europea es 25 microgramos, por lo tanto falta bastante para mejorar todavía", indicó a TERRA.cl.

A juicio del doctor y académico de la Universidad de Chile, en el nuevo plan de descontaminación deberían incluirse medidas a futuro, con miras a igualar la actual normativa con lo que establece la OMS.

"La norma mejora la calidad del aire pero en Chile las normas no suelen cumplirse, si se toman medidas más estrictas las empresas se verán obligadas a innovar para no tener que paralizar o ser multadas, y eso favorecería su cumplimiento. Y programar, aunque sea en un plazo extendido, llegar a las normas propuestas por la OMS", planteó.

Por lo pronto, el objetivo de las autoridades es "ir avanzando", y la inclusión de la norma para medir el material particulado más fino va en esa dirección.

"Tenemos estos desafíos con urgencia, las normas son un proceso que implica mucha información y participación ciudadana y no son inmediatas, pero estamos trabajando con urgencia parta poder ir avanzando", subrayó la ministra Benítez.


Fuente: ( Terra )

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