Evalúan las condiciones del mangle en El Salvador para reducir la vulnerabilidad de zonas costeras ante fenómenos naturales.
 
 El Fondo de la Iniciativa para las Américas (FIAES) realizó un foro  en el que junto a Eco Viva, Mongrove Action Proyect y la Asociación  Mangle abordaron los desafíos para la restauración de los manglares en El Salvador. 
El  objetivo fue generar un espacio de diálogo e incidir en los diversos  actores para la implementación de acciones de recuperación, ya que la  pérdida de bosques salados vulnera las zonas costeras ante la amenaza de  fenómenos naturales como inundaciones y huracanes. 
El ministro  de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Herman Rosa Chávez, manifestó  ayer que “los datos andan en más de 2,000 hectáreas, pero con  fotografías aéreas estamos en el proceso de delimitar bien el dato sobre  mangle deteriorado. 
Según el funcionario, lo importante será intervenir estas zonas con el Programa Nacional de Restauración de Ecosistemas.   
En deterioro
Desde 1950 El Salvador  ha perdido el 60% del manglar, ya que para entonces había unas 100,000  hectáreas de bosque salado, mientras que en la actualidad se han  identificado 40,000, según FIAES. 
La pérdida de bosque salado es  típica en todo el mundo y se debe a la extensión de la frontera  agrícola, cambio en el uso de la tierra, la deforestación y factores  determinantes naturales como cambios hidrológicos. 
Para FIAES, la  restauración y manejo sostenible de estos ecosistemas es valiosa  porque, según el Índice de Riesgo de Cambio Climático 2009 de  Germanwatch, nuestro país es el más vulnerable en el mundo, por lo que  es urgente y esencial desarrollar medidas de adaptación a los efectos de  este fenómeno. 
 “El mangle es donde se reproducen especies  como cangrejos, punches y ostras, que son de gran interés para las  comunidades costeras. Si no hay mangle, no hay producción; entonces, es  importante la restauración para poder garantizar la pesca, actividades  económicas y alimentación de la población costera marina”, dijo Jorge  Alberto Oviedo, gerente general de FIAES. 
Dicho fondo ha trabajado en la rehabilitación de bosques salados con 11 comunidades en diferentes sitios costeros del país. 
Sus  autoridades explicaron que la comunidad comienza los proyectos con  escepticismo, pero que a través de una adecuada educación y una cultura  ambiental, los pobladores colaboran con éxito. 
A su juicio, los  habitantes costeros poseen un potencial especial que radica en que, de  una manera natural y empírica, conocen cómo es la relación ecológica del  mar con la hidrología y oceanografía del lugar. 
Jim Enright, de  Mangrove Action Proyect, presentó la técnica de recuperación ecológica  de manglar, que implementan en el Sur de Asia, Sudáfrica y  Latinoamérica. 
Es una iniciativa en la que también se involucra a  la comunidad costero-marina como protagonista indispensable para su  éxito. Además, hace uso de ecología e hidrología del ecosistema. 
Nathan  Weller, director del Programa de Política Ambiental de Eco Viva,  explicó que “una costa sin bosque es como que esté desnuda. Sin base  ecológica, vegetativa y biológica. Cero amortiguamientos frente a  inundaciones, huracanes y tsunamis”. 
Miembros de FIAES  mencionaron que el foro es de carácter informativo, una iniciativa que  reunió a los entes involucrados para forjar las nuevas acciones que  frenen el deterioro del mangle.
Fuente: ( la prensa grafica )
 
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