martes, 5 de julio de 2011

Crean hongos transgénicos “suicidas” para limpiar suelos contaminados

Esta es una investigación acerca de hongos… hongos microscópicos filamentosos transgénicos que además se autodestruyen, y que han sido desarrollados por científicos politécnicos para limpiar suelos severamente contaminados.

La historia sobre biorremediación, encabezada por Diana Cortés, especialista del Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada del IPN de Tlaxcala, comienza con una lección de evolución.

Los científicos han aislado los hongos de los sitios contaminados por derrames petroleros, donde sólo sobrevivieron aquellos que se adaptaron para tolerar las concentraciones tóxicas. Algunos de estos microorganismos, como algunas bacterias también, necesitan carbono, nitrógeno y fósforo, entre otros, para crecer, el primero lo obtienen de compuestos tóxicos para realizar sus actividades metabólicas.

Estos hongos tienen una gran capacidad para prosperar en suelos, sin embargo no tienen la capacidad de degradar contaminantes severos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), cancerígenos, existentes en el petróleo.

Por otra parte, hay hongos que crecen en la madera llamados ligninolíticos —capaces de degradar la lignina, polímero de algunas plantas, muchas leñosas, cuya estructura química es similar a la de los HAP—, pero que no son capaces de proliferar en suelos y que son desplazados por su microflora autóctona. Dichos hongos tienen sistemas enzimáticos diferentes, es aquí donde comienza la transferencia de genes.

La politécnica ha realizado un trabajo a nivel molecular para “sacar” los genes de los hongos ligninolíticos para clonarlos en los hongos de suelo, para así adquirir la fortaleza de ambos para un proceso eficiente de biorremediación. “El hongo nuevo secreta enzimas muy eficientes para degradar compuestos tóxicos y llevarlos hasta su mineralización”.

CULTIVO. Después del aislamiento y transformación de los hongos, refiere la bióloga, el siguiente paso es el cultivo, donde agregan todos los nutrientes que éste requiere para tener altas tasas de degradación.

Para ello, los microorganismos se reproducen en residuos agroindustriales como bagazo de la paja o trigo, rastrojos de maíz, desechos de café, entre otros, que se utilizan como fuente de carbono y energía. Así el hongo crece de forma masiva.

La científica menciona que este cultivo permite además crecer a otros organismos como bacterias, ya que permiten una mayor transferencia de oxígeno, lo que lo convierte en un sistema de biorremediación mixto.

De este modo los investigadores politécnicos han logrado en el laboratorio eliminar compuestos como los HAP y fenólicos y plaguicidas organoclorados. El siguiente paso es probarlo en campo, pero antes hay que cerciorarse de que son seguros.

Debido a que los hongos son organismos genéticamente modificados, transgénicos, deben ser bien controlados y garantizar que no son tóxicos para el ambiente. Por esta razón, los investigadores desarrollan cepas del hongo “suicidas”.

“Estas eliminarán los compuestos tóxicos y, cuando lleguen a una tasa alta de degradación (que hayan eliminado éstos), expresarán posteriormente un sistema para autodestruirse y no dispersarse en el ambiente”.

IMPACTO SOCIAL. Cortés Espinosa afirma que se ha comprobado que los organismos genéticamente modificados, como estos hongos, son más eficientes para biorremediar suelos contaminados por plaguicidas y derrames petroleros, afectaciones comunes en varios estados del país y que han aumentado casos de cáncer en la población.

La científica apunta que en su oportunidad para hablar con el gobernador de la entidad, le recordó la preocupación creciente por los altos niveles de contaminación en suelos agrícolas en la zona. “Las textileras y los procesos industriales de Pemex generan residuos que terminan en canales de riego y contaminan los suelos. Esto no sólo propicia una baja productividad en los cultivos, sino también problemas de salud, al menos en Tlaxcala”.

Por tanto, la investigadora politécnica plantea establecer un sistema de aplicación directa de los hongos que han desarrollado para degradar plaguicidas en la zona y recuperar los suelos impactados, también por efecto de un mal manejo de éste.

“Formaría parte de un programa de biorremediación y enriquecimiento del suelo con los agricultores. En campo, escuchamos a los campesinos que nos dicen mueren de cáncer, lo que nos provoca una impotencia por no tener recursos para apoyarlos”. Pero aun así, dice, la mejor aportación que pueden dar es su investigación.


Fuente: ( cronica )

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