martes, 5 de julio de 2011

La bronca de la suegra implacable a su nuera que arrasa en internet

Si tiene problemas con su suegra. Si piensa que siempre le mira por encima del hombro. Si sospecha (o teme, o tiene la seguridad) de que le “hace un traje” cada vez que no está delante, no se apure. Usted no conoce a Carolyn Bourne. Es una apacible cultivadora de flores. Y la futura madre política que a nadie le gustaría tener.
Lo malo no es que, en su afán de ayudar y movida solo por el amor que se siente por su hijastro Freddie, Carolyn Bourne, de 60 años, se haya permitido darle unos consejitos a su futura nuera, Heidi Withers, de 29.


Ni que entre sus advertencias se encuentre (faltaría más) que uno no empieza a comer antes que los demás, ni se sirve más si el anfitrión no le da permiso para hacerlo, ni habla mal de ellos a la salida de un bar. Y por supuesto, no se queda acostado hasta tarde si los habitantes de la casa se han puesto ya en marcha. Allá donde fueres, haz lo que vieres, en una palabra.


No, lo realmente peligroso de estos amorosos consejos es que tu futura suegra te los mande por correo electrónico. Y que tú, nuera indignada, los reenvíes a todos tus contactos. Y estos a su vez a los suyos. Y que los trapos sucios de la familia Bourne se aireen en público para disfrute de nueras y suegras internautas. Y que se conviertan en la comidilla internet.


La trifulca comienza cuando Carolyn Bourne, cultivadora de flores de Devon, en el sur de Inglaterra, le envía supuestamente un puntilloso correo electrónico a la prometida de su hijastro, Heidi Whiters. Pese a que ninguna de las dos partes ha querido admitir la existencia de este mail, su contenido ha circulado ampliamente por internet. Si se trata de una broma de la familia, touché. Ya se han hecho famosos en la red. Si no es así, se estarán arrepintiendo de su indiscreción.


Las normas para comportarse en público
En el correo, Bourne incluye varios ejemplos de los "malos modales" de Withers, que trabaja como secretaria en Londres, y que le llevan a “compadecerse” de su hijo. Si realmente la futura nuera es culpable de todo lo que le acusa, sin duda tiene motivos para estar preocupada.


El correo electrónico enumera los pecados de la prometida de Freddie. Primero, un repasito a la más elemental etiqueta social:

  1. “Cuando a uno lo invitan a una casa ajena no declara lo que va o no va a comer, al menos que sea alérgico a algo”.
  2. “Uno no dice que la comida que tiene no es suficiente”.
  3. “No se empieza a comer antes que los demás”.
  4. “Uno no se sirve más comida a menos que el anfitrión le dé permiso para ello”.
  5. “Uno no se levanta tarde cuando está en casa ajena si los que viven en ella se levantan temprano. Hay que ajustarse a las normas de la casa”.

El sueño de casarse en un castillo
A continuación, el supuesto correo electrónico entra más en materia. Su autora no da puntada sin hilo:


“Nunca se debe insultar a la familia a la que está a punto de unirse y mucho menos en público. Entiendo que usted habló de esto como si fuera una broma, pero la reacción en el bar fue de estupor”.

“Habitualmente usted llama la atención sobre sí misma. Tal vez debería preguntarse por qué”.

“Nadie se casa en un castillo a no ser que sea su dueño. Se trata de un comportamiento escandaloso, como si se tratara de una celebridad”. 


Y para terminar, como era de esperar, la estocada que más duele:

“Entiendo que sus padres no pueden contribuir a los gastos de su boda. No hay nada malo en eso, salvo que uno podría suponer que ellos habrían ahorrado, en los últimos años, para los matrimonios de sus hijas. Si este es el caso, sería más apropiado de una dama elegante reducir sus expectativas y tener una boda modesta, como corresponde a los ingresos de ustedes dos”.
 
La conclusión del e-mail es demoledora: "A una podrían acusarla de pensar que Heidi Withers se debe estar dando palmaditas en la espalda por haber conquistado a un joven tan codiciado. Me compadezco de Freddie".

    Según la radio británica BBC, Heidi Withers afirmó ¡a través de su portavoz! que no podía hacer comentarios a esta polémica. Tanto la señora Bourne como su esposo se han negado a conceder entrevistas.


    Fuente: ( larazon.es )

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